Un equipo internacional de científicos anunció el descubrimiento del Homo naledi, una especie humana que podría cambiar las ideas acerca de los primeros ancestros, publica hoy la revista eLife. «Tengo el placer de presentarles a una nueva especie de antepasado humano, lo hemos llamado Homo naledi», afirmó el profesor y antropólogo estadounidense Lee Berger.
Berger explicó que el descubrimiento se realizó de conjunto entre la Universidad de Witwatersrand, de Sudáfrica, y varias instituciones europeas. El hallazgo fósil se realizó en el conjunto de yacimientos paleontológicos y arqueológicos conocido como Cuna de la Humanidad, ubicado a 50 kilómetros de la ciudad sudafricana de Johannesburgo.
Combinación de características antes vistas
«Homo naledi es un mosaico de caracteres de forma, es decir, tiene un tronco con forma de embudo, no en forma de barril como el de los hombres actuales , sino parecido a una pirámide, un rasgo propio del Australopithecus o de los grandes simios actuales como el chimpancé», explicó por su parte a EFE el investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) de España y coautor del estudio, Markus Bastir.
Además, «tiene un cráneo pequeño, con la forma de los primeros representantes del género Homo, como el hábilis o el erectus, y una capacidad craneal muy pequeña, aproximadamente un tercio de lo que ocupa nuestro cerebro actual «, agrega. Sin embargo, aunque es muy robusto, y tiene un cráneo y un tronco primitivos, sus extremidades son «prácticamente iguales a las de los humanos modernos».
Sus manos tienen la capacidad de manejo de objetos que tenemos los hombres de ahora pero sus dedos y falanges están curvos, lo que, según los expertos anatómicos, significa que estarían adaptados para vivir en un hábitat arbóreo . Al mismo tiempo, «tanto la muñeca como los huesos de la palma de la mano son muy modernos, lo que indica que, pese a que no se han encontrado herramientas en el yacimiento, con esa anatomía podrían utilizarlas perfectamente», matiza el investigador.
El último miembro de la familia humana
«Los pies también son como los nuestros , salvo que los dedos son ligeramente curvos, lo que significa que estarían adaptados para vivir en los árboles y en la tierra». En conjunto, este homo, de 1,50 metros y unos 50 kilos , tiene rasgos de Australopithecus pero es más grácil que esta especie, lo que le acercaría más a los primeros homo.
Los expertos aseguraron que Homo naledi es el último miembro de la familia humana, e informaron que se han recuperado partes de 15 individuos de esa especie en una zona cerca de las cuevas de Sterkfontein.
Precisamente en esas cuevas los paleontólogos encontraron los ancestros humanos apodados ‘Señora Ples’ y «Pie Pequeño», descubiertos en 1947 y 1994 respectivamente. Berger, profesor de investigación en el Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwatersrand, afirmó que los huesos hallados permiten suponer que Homo naledi es prácticamente el miembro mejor conocido de nuestro linaje.
Probables 2.5 millones de años de antigüedad
El científico declaró que las excavaciones se realizaron en octubre de 2013, en total se descubrieron alrededor de 1550 fragmentos de esqueletos, pertenecientes a 15 individuos Homo naledi: ocho niños y cinco adultos. Los restos de la especie desconocida yacían en una profunda cueva llamada Rising Star, estaba delante de nuestras narices, en el valle más explorado del continente africano, recordó Berger.
Los investigadores sugieren que los cuerpos fueron trasladados a la cueva, y concluyeron que los representantes de esa especie enterraban a sus muertos, acto que anteriormente se creía que era exclusivo de los humanos.
En cuanto a la datación del fósil, los expertos aún no se atreven a dar una porque la ausencia de otros fósiles animales está complicando el análisis pero «todo un equipo de paleogeólogos está analizando los sedimentos del yacimiento para hacer un cálculo aproximado», explica Bastir. No obstante, «basándose en la morfología, los análisis sitúan a este fósil entre los primeros homo -de unos 2,5 millones de años- y, si fuera más reciente (de menos de un millón de años), sería la prueba de la coexistencia en África de especies del género Homo muy distintas entre sí «, destaca el investigador.
Fuente: Prensa Latina, EFE, Agencias